Diferencia entre IVA soportado e IVA repercutido
El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) es un impuesto que se aplica sobre el consumo de bienes y servicios en España. Dicha tasa impositiva se divide en dos conceptos claves: el IVA soportado y el IVA repercutido.
IVA soportado
El IVA soportado hace referencia al impuesto que los empresarios o profesionales deben pagar al adquirir bienes o servicios para el desarrollo de sus actividades económicas. Este impuesto afecta a todos los gastos relacionados con la actividad empresarial, como la compra de materias primas, el alquiler de un local o la contratación de servicios.
Es importante tener presente que, como su nombre indica, el IVA soportado es un impuesto que se «soporta» por parte del empresario o profesional, ya que forma parte del coste de las adquisiciones. No es un gasto que la empresa pueda deducirse íntegramente, sino que podrá recuperarlo en parte a través de las declaraciones del IVA correspondientes.
IVA repercutido
Por otro lado, el IVA repercutido se refiere al impuesto que los empresarios o profesionales deben cobrar a sus clientes al vender bienes o servicios sujetos a este impuesto. En otras palabras, es el impuesto que el empresario cobra y luego debe ingresar a la Hacienda Pública.
En este caso, el IVA repercutido es un impuesto que no afecta directamente a la empresa, ya que es el cliente quien lo paga. El empresario o profesional tiene la obligación de repercutir este impuesto en la factura correspondiente y luego ingresarlo al fisco.
Diferencias entre el IVA soportado y el IVA repercutido
Concepto | IVA soportado | IVA repercutido |
---|---|---|
Quién paga el impuesto | El empresario o profesional | El cliente |
Momento de pago | En el momento de adquirir bienes o servicios | En el momento de compra del bien o servicio al empresario o profesional |
Destino del impuesto | Se recupera en parte mediante las declaraciones de IVA | Debe ser ingresado a la Hacienda Pública |
En resumen, el IVA soportado es el impuesto que el empresario paga al adquirir bienes o servicios para su actividad, mientras que el IVA repercutido es el impuesto que el empresario cobra a sus clientes al vender bienes o servicios. Estas diferencias reflejan el ciclo del IVA, donde el empresario es el intermediario entre el consumidor final y la Hacienda Pública.
Es fundamental tener un correcto control y registro de ambos conceptos para cumplir con las obligaciones tributarias y evitar posibles sanciones por parte de las autoridades fiscales.